
Las denuncias falsas por abuso sexual a menores son un fenómeno poco frecuente, pero con consecuencias devastadoras. En contextos de separaciones conflictivas, disputas por custodia o venganzas personales, pueden surgir acusaciones graves sin base real.
Este artículo analiza cómo se detectan, qué pruebas son determinantes y cómo defenderse legalmente, sin minimizar nunca la gravedad de los abusos reales ni desincentivar denuncias legítimas.
Realidad de las denuncias falsas: datos y contextos más frecuentes
Los datos oficiales de la Fiscalía General del Estado indican que las denuncias falsas en materia de delitos sexuales representan menos del 0,01 % de las presentadas.
Sin embargo, en procedimientos de familia y custodia de menores, los equipos psicosociales y los tribunales reconocen que pueden producirse acusaciones instrumentales o no fundamentadas.
Los escenarios más habituales son:
- Separaciones o divorcios altamente conflictivos.
- Disputas de custodia en las que uno de los progenitores busca obtener ventaja.
- Venganzas personales o intentos de desacreditar al otro progenitor.
Estas situaciones requieren un abordaje jurídico especializado, pues afectan tanto a los derechos del denunciado como al bienestar del menor.
Motivaciones: custodia de menores, separaciones conflictivas, venganza
Entre los factores que pueden motivar una acusación falsa o manipulada, destacan:
- Conflictos por la custodia o el régimen de visitas.
- Venganzas personales tras rupturas o denuncias cruzadas.
- Alienación parental, cuando uno de los progenitores influye en el menor para provocar rechazo hacia el otro.
- Errores de interpretación por parte de adultos o profesionales no especializados.
El objetivo de la defensa no es cuestionar la veracidad de todas las denuncias, sino garantizar que cada caso se analice con rigor forense y judicial.
Cómo se detectan: contradicciones, credibilidad y peritajes psicológicos
La detección de una denuncia falsa requiere análisis técnico, psicológico y jurídico.
Los elementos más comunes que generan dudas razonables son:
- Contradicciones entre diferentes declaraciones del menor o del denunciante.
- Ausencia de corroboración forense o médica.
- Testimonios poco espontáneos, repetitivos o con signos de haber sido ensayados.
- Relato surgido en momentos clave del proceso de custodia.
- Peritajes psicológicos que apuntan a sugestión o manipulación.
Estos indicios no prueban por sí solos la falsedad, pero justifican la apertura de una defensa técnica exhaustiva.
Protocolo de valoración del testimonio infantil (SVA – Statement Validity Assessment)
El SVA es una herramienta de evaluación psicológica y forense que analiza la credibilidad del testimonio infantil.
Su objetivo es determinar si la declaración es espontánea, sugerida o fabricada, mediante criterios como:
- Estructura narrativa coherente.
- Detalles innecesarios y espontáneos.
- Concordancia emocional con el relato.
- Ausencia de signos de manipulación o coaching.
Aunque no es un método infalible, el SVA es una referencia fundamental en peritajes judiciales sobre presunto abuso sexual infantil.
Indicadores de testimonio inducido o manipulado
- Lenguaje impropio de la edad del menor.
- Relato excesivamente detallado o idéntico en sucesivas declaraciones.
- Ausencia de emociones congruentes con lo narrado.
- Cambios bruscos de versión.
- Existencia de conflictos familiares recientes o disputas judiciales.
El abogado especializado en este tipo de procesos debe trabajar junto a peritos forenses independientes para evaluar la fiabilidad del testimonio.
Pruebas fundamentales en la defensa
- Informes forenses y médicos: confirman o descartan lesiones compatibles con los hechos denunciados.
- Pericial psicológica infantil: evalúa si el menor ha sido influido o su relato carece de credibilidad.
- Testimonios de terceros: educadores, familiares, vecinos, personal sanitario.
- Contexto de la denuncia: fechas, motivaciones, relación entre las partes.
- Análisis del expediente de custodia o visitas.
La combinación de estas pruebas permite sustentar una defensa sólida y objetiva.
Estrategia de defensa: presunción de inocencia y derecho a un proceso justo
Toda persona acusada goza del derecho constitucional a la presunción de inocencia.
La defensa debe basarse en:
- Impugnar periciales psicológicas con falta de rigor metodológico.
- Solicitar contrainformes forenses.
- Exponer contradicciones y móviles espurios del denunciante.
- Documentar el impacto personal, familiar y laboral sufrido por el acusado.
- En su caso, querellarse por denuncia falsa conforme al artículo 456 del Código Penal.
Consecuencias legales para el denunciante falso (art. 456 CP)
El delito de denuncia falsa se comete cuando alguien imputa a otra persona hechos sabiendo que son falsos o con temerario desprecio hacia la verdad.
Las penas pueden ser:
- Prisión de seis meses a dos años, si se imputa un delito grave.
- Multa, si la falsedad se refiere a delitos menos graves.
Además, pueden derivarse responsabilidades civiles y pérdida de credibilidad en procesos de custodia futuros.
Daños colaterales: alienación parental y trauma infantil
Una acusación falsa puede generar efectos devastadores:
- El menor puede desarrollar síndrome de alienación parental, rechazo al progenitor inocente y trastornos emocionales.
- El acusado puede sufrir daño reputacional, pérdida de empleo y exclusión social.
- Se deteriora el vínculo familiar y se produce una desconfianza institucional generalizada.
Por ello, los tribunales recomiendan siempre un tratamiento prudente y técnico de las denuncias, evitando prejuicios en ambos sentidos.
Recuperación de derechos tras demostrar la falsedad
Cuando se acredita que la denuncia fue falsa o infundada, el acusado puede:
- Solicitar la revisión de la custodia o régimen de visitas.
- Pedir la cancelación de antecedentes y medidas cautelares.
- Reclamar daños morales y patrimoniales.
- Restablecer su honorabilidad y reputación profesional.
La intervención de un abogado penalista especializado en denuncias falsas es fundamental para reconstruir la vida personal y jurídica del afectado.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Puedo denunciar a quien me acusó falsamente?
Sí. Puedes interponer una querella por denuncia falsa (art. 456 CP) si la sentencia o el archivo acreditan que la imputación era inventada o temeraria.
¿Qué pasa con la custodia si se demuestra que fue falsa?
El juzgado puede revisar las medidas de guarda y visitas, valorando la manipulación del menor como un factor negativo para el denunciante.
¿Puedo pedir indemnización por los daños sufridos?
Sí. Si se demuestra perjuicio personal, laboral o familiar, es posible reclamar indemnización civil por daños y perjuicios.
Conclusión
Las acusaciones falsas por abuso sexual a menores son un fenómeno minoritario pero de gran impacto humano.
El sistema judicial español cuenta con mecanismos técnicos y forenses para distinguir entre denuncias verdaderas y fabricadas.
En Morez Abogados, defendemos con rigor los derechos del acusado, sin olvidar la protección del menor y la integridad del proceso.
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En Morez Abogados somos especialistas en Derecho Penal y Familia, con amplia experiencia en acusaciones falsas, delitos sexuales y custodias conflictivas.
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